3. LA DESCRIPCIÓN
La descripción es un modo de
organización del contenido de un texto que está constituido por tres
actividades: NOMBRAR la realidad (definir la realidad) SITUARLA en el espacio y
el tiempo y CALIFICARLA (calificar es una forma de tomar partido, por eso toda
calificación implica subjetividad).
La intención del autor y la finalidad
que el autor desea alcanzar con el texto señalan las diferencias entre los dos
tipos de descripción.
Con ella se pretende dar a conocer
las características de la realidad representada: sus elementos, composición,
funcionamiento y utilidad. Es objetiva y predomina la función referencial.
Características:
- Tendencia a la objetividad.
- Lenguaje denotativo (abundancia de tecnicismo, adjetivos especificativos.
- Ordenación lógica.
Finalidad:
- DEFINIR: Con la finalidad de definir se encuentra en diccionarios, enciclopedias, textos didácticos y textos legales.
- EXPLICAR: Para explicar aparece en textos científicos, en manuales de instrucciones, así como en noticias y reportajes periodísticos.
- INCITAR: Pretenden incitar entre otros los anuncios de ventas de pisos o las ofertas de empleo.
TIPOS:
- TEXTOS CIENTÍFICOS: su finalidad es mostrar el procedimiento para realizar una investigación o una experimentación.
- TEXTOS TÉCNICOS: Muestran los componentes, la forma y el funcionamiento de cualquier tipo de objeto, creación artística o instrumental: pintura, escultura, mecánica, deportes, medicina, etc. Entre ellos se incluyen los manuales de instrucciones de uso y montaje de aparatos; las recetas de cocina y los aspectos de medicamentos.
- TEXTOS SOCIALES: Ofrecen datos sobre el comportamiento de las personas e instituciones.
En la descripción literaria predomina la función estética. La descripción literaria no necesita ser veraz, sino verosímil, es decir creíble dentro del contexto lingüístico en que se incluye. El autor es subjetivo y manifiesto su punto de vista abiertamente, ya que no persigue el rigor científico ni la exhaustividad, sino destacar aquellos aspectos que consideran más relevantes para sus fines. La lógica que rige el orden en este tipo de textos obedece a ciertos artísticos propios de cada autor. Esto no quiere decir que sea caótica, sino que se desarrolla según un plan bien estudiado y preciso, aunque muchas veces huya del orden natural. La descripción literaria no suele cultivarse como forma independiente, sino integrada en otras.
CARACTERÍSTICAS:
- Lenguaje connotativo.
- Uso de adjetivos explicativos.
- Abundantes figuras retóricas.
TIPOS:
- RETRATO: Atiende a la caracterización de personajes por sus rasgos físicos y psíquicos.
- ETOPEYA: Se centra únicamente en el carácter, el pensamiento y los aspectos psíquicos.
- PROSOPOGRAFÍA: La descripción se limita a la fisonomía, constitución corporal e indumentaria.
- CARICATURA: Descripción en la que se deforman los rasgos con una intención crítica o humorística.
- TOPOGRAFÍA: Descripción de paisajes o de ambientes.
Se ha dicho muchas veces que describir es
pintar con palabras. La descripción es una clase de texto que recuerda a la
pintura y a la fotografía, pues intenta reproducir la realidad. Así como un
pintor utiliza su paleta de colores, y el fotógrafo la cámara, el escritor
pinta o fotografía a los personajes, los objetos, los ambientes... con
PALABRAS.
LA ETOPEYA
Y todo por esa mocosa de enfermera […] No hay
más que mirarla para darse cuenta de quién es, con esos aires de vampiresa y ese
delantal ajustado, una chiquilina de porquería que se cree que es la directora
de la clínica.
PROSOPOGRAFIA
Otli tenía el pelo corto y erizado, rojo como
una zanahoria, y las orejas gachas de soplillo. Era delgado y alto con la piel
llena de pecas. Pero éstas no eran los graciosos puntillos que con frecuencia
caen tan bien en las narices respingonas de las chicas. Otli tenía todo el
cuerpo blanco y marrón como un perro foxterrier; como si se hubiese puesto
cerca de un pintor que le pulverizase de marrón en una pared blanca.
AUTORRETRATO
No me gusta ni mi cara ni mi nombre. Bueno las dos cosas han acabado siendo la misma. Es como si me encontrara feliz dentro de este nombre pero sospechara que la vida me arrojó a él, me hizo a él y ya no hay otro que pueda definirme como soy. Y ya no hay escapatoria. Digo Rosario y estoy viendo la imagen que cada noche se refleja en el espejo, la nariz grande, los ojos también grandes pero tristes, la boca bien dibujada pero demasiado fina. Digo Rosario y ahí está toda mi historia contenida, porque la cara no me ha cambiado desde que era pequeña,
CARICATURA
Mi criado tiene de mesa lo cuadrado y el estar en talla al alcance de la mano. Por tanto es un mueble cómodo; su color es el que indica la ausencia completa de aquello con qué se piensa, es decir, que es bueno; las manos se confundirían con los pies, si no fuera por los zapatos y porque anda casualmente sobre los últimos, a imitación de la mayor parte de los hombres; tiene orejas que están a uno y otro lado de la cabeza como los floreros en una consola, de adorno, o como los balcones figurados, por donde no entra ni sale nada; también tiene dos ojos en la cara; él cree ver con ellos, ¡qué asco se lleva!
TOPOGRAFÍA
Tras mi ventana, a unos trescientos metros, la mole verdinegra de la arboleda, montaña de hojas y ramas que se bambolea y amenaza con desplomarse. Un pueblo de hayas, abedules, álamos y fresnos congregados sobre una ligerísima eminencia del terreno, todas sus copas volcadas y vueltas uns sola masa líquida, lomo de mar convulso. El viento los sacude y los golpea hasta hacerlos aullar. Los árboles se retuercen, se doblan, se yerguen de nuevo con gran estruendo y se estiran como si quisiesen desarraigarse y huir. No, no ceden. Dolor de raíces y de follajes rotos, feroz tenacidad vegetal no menos poderosa que la de los animales y los hombres. Si estos árboles se echasen a andar, destruirían a todo lo que se opusiese a su paso. Prefieren quedarse donde están: no tienen sangre ni nervios sino savia y, en lugar de la cólera o el miedo, los habita una obstinación silenciosa. Los animales huyen o atacan, los árboles se quedan clavados en su sitio. Paciencia: heroísmo vegetal.
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